Mis cosas

Pues... no hay mucho que decir... el jueves pasado (27-3-08) se realizó el concierto de An Cafe en la sala bikini en Barcelona... y yo no pude ir T_______T
pero bueno... por lo menos (y como muy mínimo) pude ir a la Japan weekend este domingo, aunque fue un poco penosa.

Por lo menos el Salon del Cómic de Barcelona ya se acerca ^^ y por supuesto yo estare alli, aunque no sé si ire "cosplayeada". Se celebra del 17 al 20 de abril en el palau nº8 de la fira de Barcelona. Más info aqui.

Pues bueno después de todo éste rollo dejo una de mis redacciones para los juegos florales de mi colegio^^

Llorosa marioneta

Aquella lluviosa noche la recordaré de por vida, una preciosa noche donde la luna llena adquiría todo el protagonismo del día más bullicioso del año. La Navidad, la celebración más importante y conocida mundialmente.

Aquél cielo estrellado que lloraba cristalinas perlas de dolor. Una preciosa noche tan semejante a ésta...

Por aquél entonces no lo entendía, no lo podía llegar a comprender. La situación se me antojaba ilógica, pero supongo que con el transcurrir del tiempo he podido llegar a vislumbrar la punta del iceberg, en el cual ella estaba atrapada.

Ése fatídico día perdí a mi confidente, mi confesora, mi hermana y amiga. La única que me entendía y ayudaba, mi fuerza y mi vida. Mi mundo, mi todo.

En aquella tenebrosa noche iluminada por el tenue brillo lunar me di cuenta de nuestra insignificante existencia y la vileza de la corrupta humanidad. Hasta ése instante mi vida se basó en un dulce e ideal sueño, algo perfecto, inexistente. Y como todo sueño, irreal. Por eso mismo, el despertar a la realidad me horrorizó, un mundo lleno de miseria, injusticias e infelicidad. La felicidad... esa palabra tan buscada por los seres humanos. Suena a broma. Algo buscado durante siglos, una meta inalcanzable para los que buscan su eternidad. Un concepto tan efímero como una frágil flor. Etéreo, distante, irreal. Otorgado a los ignorantes de la verdadera realidad del mundo.

Me siento solo sin tu compañía, ya no tengo ganas de nada, ni tan siquiera de respirar. El ambiente me asfixia, el aire me quema la garganta, y el oxigeno me oprime el torso.

Sabes, creo que este día, pese a ser el más celebrado, se convierte para mi en el más tortuoso del año. Navidad, la fecha señalada para gozar y estar con la familia. Un efímero período lleno de alegría, sonrisas, abrazos, regalos y carcajadas. Paquetes envueltos en ostentosos y bonitos papeles de colores, que como toda basura, siempre acaba rota y en el olvido.

Es tan triste toda esa hipocresía que me siento roto. Roto por tanta falsedad. Sonrisas lánguidas, que contienen un mar de lágrimas; abrazos y reuniones con seres que sólo una vez al año ves, y que si por ti fuera, ni ésa única vez posibilitarías.

Soledad y tristes recuerdos de aquellos con los que nunca podrás volver a conversar, ni ver reír o enfadarse.

Una soledad que me asfixia en tu recuerdo, haciendo que vuelva a ver tu azabache melena y tus brillantes ojos miel en contraste con tu lívida piel de porcelana.

Escucho el ruido sordo de las gotas golpeando el suelo, y al despertar de mi ensoñación, me percato de que la lluvia me ha calado la ropa, pero eso ya no importa. Mi cuerpo tiembla de frío y temor, por mis pálidas mejillas se escurren gotas, ya no sé si de lluvia, o si son por el contrario, tibias lágrimas que mis ojos han dejado escapar. Mis manos se aferran con fuerza a los oscuros pantalones, tratando de infundirme un valor que necesito desesperadamente.

Esto se acaba. Ya veo en la distancia las difuminadas luces acercarse y espero con ansias en la andana el momento en que pueda abandonarme a los brazos de la muerte. Poco a poco voy dejando de ser yo, me acerco al límite de seguridad establecido en el andén, y mi cuerpo se estremece en un escalofrío debido a una pequeña brisa que sopla en mi dirección.

No sé si éste será mi final, o por el contrario, habrá otra deprimente vida después de la muerte, pero eso para mi ya no tiene importancia.

Veo con claridad el tren y me acerco todavía más. Noto como alguien me agarra, un hombre me ha cogido del hombro y amablemente me dice que debería retirarme de ahí e ir unos metros hacia atrás. Le sonrío levemente en gesto de agradecimiento y finalmente le hago caso. Me hubiese gustado que esa amabilidad me la mostrasen aún cuando me sentía vivo y con ganas de soñar, en ésa etapa donde el egoísmo y la ignorancia te hacen vivir sobre una fantasía llena de felicidad, pero no ahora, un muerto en vida negado a toda posibilidad de futuro. Una llorosa y rota marioneta, eso es lo que soy.

Corro, corro y me precipito sobre las vías notando que el tren se abalanza hacia mí sin poder frenar.

Siento una cálida brisa que me envuelve y me hace sentir a gusto. Noto como un tibio líquido rojizo se escurre por mi cabeza, y va cubriéndolo todo a mí alrededor.

Se escuchan chillidos, así que supongo que ya es el momento definitivo. Lentamente, en un gesto que me parece durar siglos, fijo mi vista en la preciosa luna, y en ella evoco su figura, para así seguidamente cerrar los ojos y ya pertenecer a la nada, al vacío infinito, pertenecer a la paz absoluta.

Seudónimo: Yume no Zelfa

Categoría: Pere Quart

Y bueno, para acabar, dejo una foto, la letra y un video de miyavi con la canción ashita genki ni naare:

Yume ha yume no mama. Dakara yume nanda you. Nande sabishii koto yuuna you.
Yume miru no ga tada nara kanaeruno mo tada desho.
Kyou mo beddo | IMETORE shiyou

Issho ame ni nureru koto no nai hito nanteiru no ka.
Douse itsuka ha nureru dattara,
ZUBU nureni natte SHAANPUU demoshou ka.

"Ashita tenki ni naare"

Nanka kanashii koto attan nara, sono tsurasasa, hanbun kudasai.
Tanoshiikattan nara, sono egao dake de ii desukara.
BAFARIN mitai na koishouze.
Tte koto.

"Kimi ni shiawase are"

Ore mo hounto ha ne, isshonatte kono mama nemuchaitai kedo,
Ikanakyan nee basho ga arukara, hitoashi okakini oitomasuruyo.
Gokigen you.

Mayou koto nakare. Hirumu koto nakare. Me wo sorasu koto nakare.
Utagau koto nakare. Kanashimu koto nakare. Tachidomaru koto nakare.